¿Sabes que la mayoría de las empresas solamente utilizan entre 2 a 3 sentidos dentro de sus Estrategias de Marketing?. Los sentidos tienen un papel fundamental a la hora de poder crear emociones fuertes, generar huellas memorables que recordarán en el tiempo, permitiendo así obtener una ventaja competitiva consistente.
Martin Lindstrom, autor del reconocido libro Brand Sense, escribe que existen sentidos olvidados que no son explotados. Hace mención a la importancia del uso creativo de todos los sentidos, él nos llama a pasar del 2D al 5D o pentadimensional. Normalmente las empresas están acostumbradas al uso del sentido de la vista y de la audición, pero olvidan los otros tres, no menos importantes, tacto, olfato y gusto.
Roberto Manzano, en su libro Marketing Sensorial, menciona que existen tres niveles de aplicación del marketing sensorial en el punto de venta:
- Nivel básico: Aumento de notoriedad de la enseña.
- Nivel intermedio: Influir sobre las distintas fases del comportamiento de compra del consumidor.
- Nivel Superior: Desarrollar la imagen de marca de la enseña en la línea con la identidad.
Construir correctamente la imagen de la enseña o marca en primer lugar se dará por la calidad de desarrollo de cada sentido, en segundo lugar, por la capacidad de incorporar diversos sentidos con un alto nivel de eficacia; y por último y más importante, dependerá del nivel de integración de los distintos sentidos utilizados para comunicar asociaciones que refuercen un valor único y diferencial.
El impacto que tiene la utilización de los sentidos como estrategia de imagen es notable. De hecho, la asociación que existe entre los sentidos recordados y la fidelidad a una marca es significativa, dependiendo de la cantidad de sentidos utilizados. Entre 0-1, el impacto es del 28%; entre 2-3 es del 43%, de 4-5 aumenta al 59% (Fuente: Hollis, N. 2005. Esomar. Francia). Claramente es de vital importancia poder incrementar el uso de sentidos dentro de nuestra estrategia sensorial.
Si hablamos de la importancia de cada sentido durante la decisión de compra en términos porcentuales, el sentido de la vista se encuentra en el primer lugar con 58%, le siguen, olfato con 45%, oído con 41%, gusto con 31% y tacto con 25%. (Fuente: Hollis, N. 2005. Esomar Francia).
Existen otros datos relevantes que potencian el concepto de la importancia del uso de los sentidos respecto a la valoración de información, fijación en la memoria, entre otros.
En otros blogs, hablaré de cada uno de los cinco sentidos y su impacto dentro cuestiones como el comportamiento de compra del consumidor, notoriedad, experiencia de compra, imagen de marca, experiencia de marca, valor de la marca, fidelidad a la marca y satisfacción.
¿Qué hacer entonces? Antes que nada, la empresa debería saber si hoy tiene o no una estrategia sensorial. En caso de tener, responder éstas tres preguntas; ¿Qué valor aporta a mi público objetivo o Target?, ¿Cómo participa cada sentido? ¿Cuáles son los sentidos finalmente utilizados?.
Una buena estrategia sensorial, permitirá a cada empresa poder transformar su punto de venta promedio u ordinaria, en un punto de venta lleno de experiencias emocionalmente fuertes que generen bienestar, por ende queden más tiempo en la tienda; consumidores encantados y leales, desarrollando actividades que les generen satisfacción, pero que no eran esperados por ellos y por último, éstos dos puntos mencionados, permitirá un aumento en los ingresos a través de mayores ventas.
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